Escrito por Rodolfo Carballo
La constituyente va. La hoja de ruta comenzó el 1º de mayo cuando el presidente Nicolás Maduro anuncia la convocatoria ante los trabajadores en su día, para que el pueblo constituyente haga valer su poder para convocar a la Asamblea Constituyente Originaria. Este poder, una vez instalado como Asamblea, tendrá un carácter plenipotenciario, soberano, y no estará supeditado a ningún otro poder constituido. El segundo paso, por tener la iniciativa en la convocatoria, el presidente hace la propuesta de elección por voto directo, secreto y universal de los 545 constituyentistas, 364 territoriales, uno por cada municipio, 2 de las capitales de municipio, 7 por Distrito Capital por ser un ente federal. Esto equilibra la representación de las entidades municipales, teniendo igual representación el exquisito y concentrado municipio de Chacao en el este de Caracas, con municipio Cruz Salmerón Acosta, pequeño municipio de pescadores en el Estado Sucre. Por otro lado habrá 181 representantes sectoriales, indígenas (8), estudiantes (24), campesinos y pescadores (8), empresarios (5), personas con discapacidad (5), pensionados (28), consejos comunales (24) y trabajadores (79). No se podrán presentar como candidatos ningún representante del poder constituido, ni el presidente, ni los gobernadores, ni alcaldes, ni ministros, ni legisladores, a menos que renuncien a su cargos. Según la presidenta del Consejo Nacional Electoral, en sus acuerdos de directiva, tercer paso, deciden que las elecciones de constituyentes serán dos elecciones separadas, una territorial, otra sectorial; serán a fines de julio, para instalarse en el Palacio Legislativo como Asamblea en 72 horas. Asimismo, indicó que los ciudadanos y ciudadanas que estén interesados en postularse como candidatos para ser constituyentes, el Poder Electoral pondrá a disposición un espacio en el portal Web para la inscripción, específicamente los días miércoles 31 de mayo y jueves 1º de junio. Además anunció que las elecciones a gobernadores y legisladores estadales para el 10 de diciembre. Querían elecciones, allí está el cronograma electoral de esta singular Dictadura.
Con estos anuncios la mesa está servida. De todas maneras es necesario hacer algunas precisiones. Cuando se habla de Pueblo constituyente, no se habla de una masa etérea, sino de sujetos concretos, con derechos y deberes, registrados, con datas públicas. En lo territorial no hay dudas, podremos votar todos los que estamos inscritos en el registro electoral al igual que otras elecciones, por ejemplo para los diputados nacionales o regionales. En mi caso, en la elección territorial votaré por dos candidatos, por ser Cumaná municipio capital de Estado. Por otro lado, se elegirán en un evento separado los representantes sectoriales, de acuerdo a los registros o datas de cada sector. Por ejemplo, los pensionados que son más de 2 millones, elegirán sobre la base a una lista nacional de postulados y el número de representantes deviene a la cuantificación del sector de manera proporcional. Volviendo a mi caso, podré votar también a la lista de trabajadores de mi preferencia. Podrá haber miles de postulados como representantes de los trabajadores, inclusive podrá haber varias listas. Podrá postularse cualquier venezolano, mayor de edad, que luego de inscribirse en la página del CNE, recibirá una planilla autorizada y oficial, para recoger el 3% del registro electoral del municipio y el mismo porcentaje de la data del sector. Las nominaciones y candidaturas: la postulación de los candidatos y candidatas se podrá presentar en alguna de las siguientes formas: Por iniciativa propia, por iniciativa de grupos de electoras y electoras, por iniciativa de sectores antes mencionados. Pareciera un sistema complejo, pero el pueblo venezolano tiene gimnasia electoral comprobada en las 20 elecciones durante la revolución.
Crítica a la razón. Crítica al método. Como habíamos advertido salieron a la palestra un variopinto muestrario de críticos a la constituyente. Los opositores radicales que vociferan que la convocatoria es inconstitucional, que es una cortina de humo, y que se declaran en desobediencia civil a cualquier acto emprendido por ejecutivo, porque técnicamente estamos en dictadura ya que se ha roto el hilo constitucional. Alguno se atrevió a calificar al pueblo constituyente, como “prostituyente”. La sinrazón de este sector facho que desconoce la convocatoria electoral de julio y también la de diciembre, cae en el mismo equívoco de cuando decidieron no presentarse a las parlamentarias del 2005. Su única razón es la violencia de calle hasta que caiga el régimen. También están los que dicen que esta constitución es “imperfectible”, que la nueva constituyente traicionará el legado de Chávez o que se debería llamar a una consulta previa. Se caen las máscaras de aquellos que dijeron que los constituyentes iban ser elegidos a dedo o cerrada entre chavistas. Que les impide a los opositores presentarse si se consideran mayoría. Estas afirmaciones y la negativa de la MUD a medirse en el «todo o nada» de la Constituyente, lucen ahora desencajadas frente a la metodología presentada por Maduro. En cuanto a la crítica del método están los que dicen que la elección sectorial es corporativa o que no respeta el principio de un elector – un voto, aunque que tengan que reconocer que si hay elecciones a alcaldes y concejales, uno vota en dos instancias distintas como un elector. En fin, está abierta la puerta para que el próximo 31 de mayo y 1 de junio para quien quiera y pueda postularse; habrá un período de evaluación si los postulados llenan los requisitos de ley, que no tengan inhabilitaciones. Mientras tanto el postulado o postulada puede recoger las firmas de aval a su candidatura.
El debate ya está instalado en la calle. Desde que fue anunciada la convocatoria, el dialogo constituyente está en todos lados. En lo portales de opinión, en los medios nacionales e internacionales, en las redes, se crean comités constituyentes, asambleas por doquier están discutiendo sus propuestas y candidatos. Diariamente hay movilizaciones por sus reclamos sectoriales, por la paz y la justicia, y también hay una masa crítica que lucha por la diaria para conseguir alimentos y medicamentos, producir en sus patios productivos y comunales. La oposición, principal promotor de la guerra económica, había prometido que las colas para las elecciones parlamentarias pasadas sería la última cola, ilusión que se esfumó ante una asamblea con mayoría opositora, que lejos de ayudar a solventar la emergencia, la agravan con el solo fin de destituir al presidente. Pareciera que las expectativas populares están a favor de la Paz, profundizar los cambios revolucionarios, hacer una revolución en la revolución, y la constituyente siendo soberana, será poder para cambiar todo lo que deba ser cambiado, poder para blindar las conquistas y misiones sociales, poder para rectificar y crear nuevos horizontes de utopías realizables. Nuevamente estamos ante un nuevo parto de la historia, en términos Gramcianos, donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer.
La masa chavista está en movimiento con espíritu de lucha y fiesta, comparable a la convocatoria del 99. Earle Herrera en sus “Historias mínimas de la Carta Magna” nos apuntaba que Venezuela era una fiesta. Por aquellos de 1999 por todos los lados y en todos los lugares se hablaba de la Constituyente con asombrosa propiedad. El limpiabotas y su cliente – el “doctor”, pues- cruzaban opiniones como dos catedráticos de Derecho Constitucional. La mujer llamada “servicio cama adentro” y la “señora” intercambiaban firmas – la patrona con un mohín piadoso- porque sus maridos se habían lanzado a la Asamblea. Vale igual la rúbrica recogida en La Bombilla de Petare que la pescada bajo el acuario del Sambil (aunque algunos no terminan de aceptarlo). El tema dejó de ser la prédica de un comandante de paracaidistas que clamaba en el desierto, para pasar a copar todos los ámbitos, de la Guajira hasta el Esequibo.
La oposición tiene otra agenda. Hegemonizada por el núcleo duro fascista, el abanico de partidos de la MUD, Fedecamaras y la jerarquía eclesiástica (en realidad un partido más de oposición), se ha pintado la cara y mantienen la agenda violenta y golpista. Se sienten guapos y apoyados desde el exterior, con los apoyos de los sátrapas de los presidentes de la Triple Alianza del MERCOSUR, del cadáver insepulto de la OEA y su cabecilla Almagro, todos marionetas de Trump y del Departamento de Estado. Internamente, refugiados en la Asamblea Nacional inoperante y amparados en sus fueros, administran de manera facciosa los dólares que reciben de distintas fuentes de finaciamiendo para costear su insurgencia armada. Repiten el método de concentrar sus acciones violentas en los municipios que son gobierno, donde los alcaldes y sus policías hacen la vista gorda antes los desmanes. Son cotidianos, en algunos puntos críticos, los cortes de calles y autopistas con troncos de enormes árboles o camiones secuestrados, sus acciones de pirotecnia contra blancos móviles de supuestos chavistas o a la sede de un ministerio de vivienda o un metrobús del transporte colectivo. También han incursionado en algunos barrios populares, con acciones vandálicas sorpresivas de grupos mercenarios del hampa que atacan con fuego a un materno infantil del Valle, donde quizás estén atendiendo a una hermana del ejecutor de la acción. Mientras los dirigentes opositores dan declaraciones incendiarias en la cabecera de una supuesta “marcha pacifica”, por detrás están los encapuchados con bombas molotov, armas caseras tipo chopo, lanzallamas y desde las alturas, la artera presencia de francotiradores. En ese escenario, todo caído o alcanzado por fuego cruzado es adjudicable a la Guardia o Policía Bolivariana, o sea al gobierno, o a los colectivos de motorizados que siempre son estigmatizados como hordas chavistas. A todo esto, los “luchadores de la libertad”, aprovechan que la Guardia y la Policía Bolivariana actúa solo como contención (tienen autorizado solo a usar escudos y gases lacrimógenos), para hacerse selfies con una aparatosa mascara antigas, chaleco protector y equipos de comunicación comprados online, o enarbolando la bandera nacional al revés, o alguien que se monta desnudo sobre una tanqueta para que los flashes de las agencias del mundo se hagan su festín. Así es que, la misma foto de una especie de Robocoop callejero entre llamas y humo aparece simultáneamente en las portadas de la Voz del Interior de Córdoba, el Miami Herald, o el País de España, y sus escribas repitiendo verticalmente sobre la responsabilidad de Maduro en la “salvaje represión” contra el pueblo.
La mayoría del pueblo reclama el cese de la violencia y la paz. La cuota de muertos ya sobrepasan el medio centenar en 40 días de violencia, hay centenares de heridos, destrucción de bienes materiales públicos y privados por centenares, desde pequeños negocios como una carnicería o una peluquería, a centros de salud, camiones de trasportes de alimentos o la sede de una alcaldía. Todo vale para intentar hacer ingobernable el país, presentarnos como en una crisis humanitaria como si estuviéramos en el escenario de guerra en Siria o Libia, para justificar una intervención extranjera. La guerra civil entre venezolanos, la llamada “guerra de perros” , es una estrategia ya probada para voltear gobiernos pocos dóciles a través de una intervención extranjera. La promoción del odio, la supremacía racial, las amenazas de muerte preanuncian, vía las redes sociales, tiempos de restauración fascista. Habitualmente, el venezolano acostumbra la solidaridad y convivencia, pero los delitos terroristas y de odio como propaganda de guerra y caldo de cultivo para una guerra civil, buscan generar un clima de terror y desasosiego en el pueblo. Buscan que a la violencia se responda con más violencia. También es cierto que los responsables materiales e intelectuales de estos actos terroristas, cuentan con cierta complacencia e inacción de la Fiscalía General de la Nación poco propenso en activar los procesos acusatorios para que la Justicia actúe de manera oportuna y contundente. Sin duda, la Asamblea Constituyente deberá revisar profundamente el sistema penal para que los crímenes de odio, el terrorismo, el vandalismo contra la propiedad pública y privada, y muchos otros delitos que amparan estas acciones.
El antichavismo se encuentra nuevamente sumergido en su laberinto; o vuelven a su cauce democrático, respetar la voluntad soberana del pueblo, aceptar resolver los conflictos de poder en elecciones democráticas o profundizan la espiral de violencia y la agenda golpista para justificar la injerencia extranjera. La burguesía debe asumir que su proyecto capitalista, privatizador, de ajuste y entrega de las riquezas nacionales y la sumisión de los dictados imperiales, es su agenda que ya está al descubierto. En contraparte, el proyecto socialista bolivariano debe ser reinventado, profundizado, radicalizado y la convocatoria a la Asamblea Constituyente es el camino elegido. Los chavistas no claudicaremos en el empeño de defender la democracia participativa y protagónica, hacer respetar la soberanía y la independencia y crear una muralla donde se estrellen los embates fascistas. Venezuela, ante el avance de la restauración conservadora, dará batalla como hijos de Bolívar y Chávez, los desafíos del tamaño que impongan las circunstancias. Será nuestra batalla de Stalingrado para derrotar el fascismo. Ya nos advertía el comandante Chávez el 8 de diciembre del año 2012 en su mensaje a la nación desde el Palacio de Miraflores “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria. Hoy tenemos Pueblo, que nadie se equivoque. Hoy tenemos la Patria más viva que nunca, ardiendo en llama sagrada, en fuego sagrado. ¡Hasta la victoria siempre! Independencia y Patria Socialista, viviremos…Y venceremos”.