Diálogo constituyente de salud

Estándar

Escrito por Rodolfo Carballo*

Ante el juego trancado en la disputa por arriba entre poderes, la convocatoria a Asamblea Constituyente realizada por el poder ejecutivo, abre una ventana de oportunidad para que se imponga la paz y para que los representantes de los modelos antagónicos de país tengan un escenario político democrático para dirimir las diferencias. En la creciente confrontación entre el gobierno y la oposición por el bloqueo institucional entre los poderes del Estado,  la controversia principal pareciera estar, como siempre lo estuvo, en la relación de las partes en disputa con respecto a la Constitución Bolivariana, que todos dicen respetar. Mientras la oposición, montada en un andamiaje internacional para el desconocimiento al gobierno constitucional y un aceitado montaje mediático de discurso único de que la dictadura está masacrando al pueblo, nuevamente impulsa una ola de protestas violentas en las calles apelando a fuerzas mercenarias que nos pudieran poner ante el abismo de una guerra civil. El chavismo responde convocando al poder constituyente, poniendo a prueba el apego de las partes en disputa a la carta magna, para que sea el pueblo originario el que resuelva por abajo, lo que el poder constituido no ha podido resolver por arriba. El gobierno revolucionario apuesta a desatar los poderes creadores del pueblo para radicalizar y avanzar en el proyecto socialista bolivariano. Lo que arrancó con la convocatoria realizada por el presidente Nicolás Maduro el 1 de mayo como una fresca brisa en un oscuro horizonte de confrontación entre venezolanos, debe convertirse en un huracán patriótico en manos del pueblo constituyente original. Ante tamaño desafío, el pueblo y los colectivos sociales deben estar haciendo síntesis sobre los procesos sociales y populares construidos desde el año 1999 a la luz de la constitución bolivariana originaria, para que con nuevos paradigmas construidos con avances logrados en estos años y trazar nuevos horizontes revolucionarios en la patria de Bolívar y Chávez.  

Por nuestra parte nos enfocaremos en los temas de salud, tratando no perder el horizonte de la complejidad de la realidad, la integralidad, el pensamiento holístico, para tratar de ser coherentes con el pensamiento y el accionar del comandante Chávez que siempre se orientó a romper las ataduras de la racionalidad científica moderna, aquel análisis positivista que establece jerarquías en los conceptos que permiten caracterizar los fenómenos sociales de acuerdo a la voluntad del poder hegemónico. Chávez contribuyó a romper la disciplina que impone el conocimiento especializado en cuanto a temas, programas, categorías y definición de roles y se refería a que “quiero insistir en una línea teórica: es necesario que nos armemos de la visión holística. El holismo es la visión integral. Hay que mirar la realidad completa, y asumirla como un todo”.

 Los caminos recorridos desde el año 1998 y los logros alcanzados en revolución, nos hacer percibir que hay nuevos paradigmas con que asumimos la salud, como el Buen Vivir, la vida saludable, el vivir en plenitud, la alimentación saludable y el concepto de salud colectiva es abarcativa a la educación, el ambiente, el trabajo, recreación, cultura, el hábitat. Es entender la salud no como una mercancía, sino como un derecho social, responsabilidad del estado y que plantea la determinación social de la salud como enfoque que rompe con el modelo curativo, hospitalario, médico hegemónico heredado de la IV república. El Plan Nacional de Salud, por ser integral, interdisciplinario, holístico, que involucra todos los aspectos de la vida humana en sociedad, del  ambiente, de la ecología social, que lo atraviesa en todos los niveles, ya sea los objetivos históricos, las propuestas sectoriales y regionales del Plan de la Patria, y a su vez desarrolla los lineamientos de salud con una evaluación técnica profunda y también los aspectos políticos, filosóficos, ideológicos del modelo de salud.

Con la revolución bolivariana se produce un viraje a la salud integral cuyos ejes rectores son la inclusión social, la salud como derecho individual y colectivo y como una obligación del estado en garantizar la equidad, accesibilidad, calidad y humanización de la atención médica a toda la población. Con Barrio Adentro se comienza a diseñar una red de salud como una estrategia para la construcción del Sistema Público Nacional de Salud. El plan se fue construyendo sobre un nuevo modelo concebido por el presidente Hugo Chávez, la Misión Barrio Adentro y otras misiones de salud, que han modelado la red de salud con una nueva concepción. Barrio Adentro, plantea una manera distinta la relación del Estado con la ciudadanía, asumiendo el Estado las garantías constitucionales de los derechos sociales en corresponsabilidad con el poder popular. La política del gobierno Bolivariano plantea que la misiones sociales son políticas para la transformación radical de la sociedad, no solo para “acercar” la política al pueblo, sino “entregarle todo el poder al pueblo”, para construir el poder comunal. Aquella concepción de “participación ciudadana” ante la descentralización neoliberal o como mero receptor de las políticas del Estado benefactor, puede aplicarse a una visión reformista de las políticas sanitarias, pero que no garantizan los cambios revolucionarios planteados con el proyecto del socialismo del siglo XXI, promovidos por los países del Alba. 

                     Mirada crítica a la constitución del año 1999

 La constitución bolivariana en sus atr. 83, 84 y 85 consagran la salud como un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.

Artículo 84. Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema público de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y servicios públicos de salud son propiedad del Estado y no podrán ser privatizados. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones públicas de salud.

Artículo 85. El financiamiento del sistema público de salud es obligación del Estado, que integrará los recursos fiscales, las cotizaciones obligatorias de la seguridad social y cualquier otra fuente de financiamiento que determine la ley. El Estado garantizará un presupuesto para la salud que permita cumplir con los objetivos de la política sanitaria. En coordinación con las universidades y los centros de investigación, se promoverá y desarrollará una política nacional deformación de profesionales, técnicos y técnicas y una industria nacional de producción de insumos para la salud. El Estado regulará las instituciones públicas y privadas de salud.

Cuando comienza a desplegarse la Misión Barrio Adentro se estaba sembrado un nuevo modelo de salud antagónico al del lucro con la enfermedad, el modelo capitalista de salud. La conceptualización de este modelo en construcción, en la nueva etapa constituyente, debería precisar más claramente su horizonte, ya sea como el de medicina social, medicina socialista o socialización de la salud y la misión Barrio Adentro, siendo un producto histórico venezolano y una referencia obligada a la hora de buscar innovaciones sociales para mejorar el acceso a los servicios en gran escala y corto plazo por medio de la APS(atención primaria de salud). Barrio Adentro es la concreción de la atención primaria como prioridad para dar respuestas a las necesidades sociales de la población, especialmente la excluida, bajo los principios de equidad, universalidad, accesibilidad, gratuidad, transectorialidad, pertenencia cultural, participación, justicia y corresponsabilidad social, contribuyendo así a mejorar la calidad de salud y vida. En este sentido, las misiones sociales y en particular las misiones de salud, debían ser la expresión concreta de lo nuevo a construir, por fuera de la institucionalidad formal, transformando el Estado de misiones sociales en misiones socialistas. Las misiones sociales tienen entre sus rasgos esenciales, el carácter extrainstitucional, prefigurando un nuevo estado no burocrático, aunque promueve la corresponsabilidad interinstitucional de los distintos estamentos del estado.

 Asimismo el modelo de medicina social promueve los derechos humanos integrales, ciudadanía para la vida en colectivo, el desarrollo endógeno y una profunda transformación cultural, creando nuevos valores en la sociedad como la solidaridad y cooperación en la comunidad. La salud como derecho humano, en revolución, se fortalece garantizando de manera integral los derechos de los trabajadores, de las mujeres, de la sexo diversidad, de los indígenas, de los afrodescendientes, de los discapacitados, de la niñez y adolescencia, de los adultos mayores, que teniendo sus propias reivindicaciones y aspiraciones sociales, en la salud colectiva e individual aspiramos a encontrarnos con el objetivo común del Buen Vivir. La cultura, la educación liberadora, el deporte, la recreación, el tiempo libre y ocio creador son componentes imprescindibles del Buen Vivir que nos hará más felices y humanamente gratificados en la construcción del socialismo bolivariano. 

 El Art. 84 requeriría una seria revisión conceptual cuando se refiere al carácter descentralizado del Sistema Publico Nacional de Salud, concepto éste heredado del modelo neoliberal que ha permitido la perpetuación de subsistemas estatales, municipales a través de Fundaciones y Corporaciones de salud, como asimismo validar la fragmentación de los sistemas de la seguridad social. La rectoría única de la salud es una  deuda a saldar y a pesar de la existencia del mandato constitucional, se requiere instrumentos regulatorios para fortalecer la nueva institucionalidad en salud que se ha iniciado con Barrio Adentro.  Persisten en el sistema público, subsistemas como el de la seguridad social (IVSS) y el IPASME (ministerio de educación), subsistemas municipales y la herencia de los entes descentralizados. De persistir la multiplicidad de los sistemas de salud que compiten entre sí, Barrio Adentro, lejos de hegemonizar el modelo, pudiera convertirse en una instancia más que sume a la fragmentación.  Al referirse a Ley de Salud nunca aprobada, el presidente Hugo Chávez  afirmaba “Bien, entonces en la ley eso está establecido, se acaba la descentralización  de la salud y se centraliza en un solo Sistema Nacional Público de Salud. Se acaba también todo esto de la dualidad, el Ministerio por un lado, el Instituto de Seguro Social por otro lado, el IPASME (Instituto de Previsión y Asistencia Social para el Personal del Ministerio de Educación) por otro lado. No, no, eso tiene que acabarse. Esa es una de las causas del desastre del servicio… Bueno, acabaron, lo poco que había lo partieron en pedazos, esto es imprescindible para poder articular un gran sólido, eficiente… eficiente en lo científico y eficiente en lo social. Exacto, en la sensibilidad social. Presidente Hugo Chávez. Reunión con médicos y médicas de la I Promoción de Especialistas en Medicina General Integral. Salón Ayacucho, Palacio de Miraflores, Caracas. 24/04/2007.

Por ello, el centro del debate constituyente debería ser revertir la descentralización, crear el Sistema Único de Salud, eliminar las Fundaciones y Corporaciones de Salud, incrementando la eficiencia revolucionaria de la gestión: integración institucional al Ministerio del Poder Popular para la Salud. La rectoría única por parte del MPPS, con mando único, a nivel nacional, autoridad única en cada estado, directores estadales de salud designados por el ente rector con perfil técnico, político y ético socialista, con colectivos de dirección a todos los niveles para garantizar la participación del poder popular comunitario y de los trabajadores de la salud a través de los consejos de los trabajadores, La planificación local, contraloría social y la gestión social son la clave en la construcción del Sistema Nacional de Salud Publica y la participación y protagonismo del poder popular su garantía para su ejecución en términos de esa eficiencia política y calidad revolucionaria necesaria. En resumen debemos ser categóricos en que centralidad del debate y del accionar de la etapa está en la construcción del Sistema Público Nacional de Salud bajo control del poder popular que unifique y asuma la rectoría la salud del país y al mismo tiempo, la imperiosa necesidad de humanizar la atención médica y de los servicios de salud.

A partir de reconocer el nuevo modelo centralizado y con la rectoría única del MPPsalud, se debería identificar el despliegue operativo de la red como el nuevo diseño territorial a partir de los ASIC (áreas de salud integral comunitaria), concebida de acuerdo al Plan Nacional de Salud  “como la unidad básica organizativa y operativa de la estrategia de construcción y de gestión del SPNS en el marco de un nuevo modelo de organización como es la Red Integrada de Salud”. Esta concepción geoestratégica territorial se aproxima más a los territorios comunales, tomando distancia de los municipios sanitarios heredados de la distribución territorial electoral, que nada tienen que ver que la nueva red derivada de Barrio Adentro. Por ello se debería reconocer a las ASIC y Redes de Salud como ejes de la nueva forma de organización y de gestión del sistema de salud y la creación de nuevas instancias de planificación y gestión, apoyadas en el protagonismo popular. Es reconocer la auto-organización del pueblo, autónomo respecto al estado, e independiente respecto a los partidos políticos, que asume un rol propio en todos los momentos (diseño de políticas, ejecución, evaluación, seguimiento y control-contraloría social) y a todos los niveles (micro local en la Red Primaria, local en las ASIC, municipal, estadal y nacional) de la relación estado-sociedad, en la perspectiva de construir una nueva sociedad, sin relaciones de poder, ni relaciones de explotación, ni relaciones de dominación.

La rectoría única implica también definir claramente la relación del Estado con la medicina privada, que ha de reconocerse en la medida que esta última se subordine a esa rectoría, con sus normas, regulaciones y aceptando que el carecer privado no lo deslinda de las políticas de protección social. El proyecto de salud socialista no niega la existencia de la medicina privada, lo que no debe transigir es en aceptar que la salud pueda estar regida por las leyes del mercado El Estado debe deslastrarse el perverso sistema de financiamiento con los fondos públicos al sector privado a través de los HCM (cobertura de hospitalización, cirugía y maternidad) y los seguros auto-administrados del Estado. Los trabajadores del Estado tienen una inmensa responsabilidad y oportunidad en este proceso constituyente, de discutir la estafa reconocida de la medicina privada a través de los HCM, para volcar esos inmensos recursos, superiores al presupuesto de salud, al Sistema Público y así desprivatizar progresivamente la salud pública. De esta manera se podrá fortalecer la red pública, enfrentar la mercantilización y la deshumanización de la atención, garantizar la equidad y la universalidad de los servicios públicos. La contraloría social, la rendición publica de cuentas en todas las instancias del sistema, deben crear garantías y mecanismos en la lucha frontal contra el burocratismo y la corrupción.

Otro tema que debería estar reflejado de manera explícita, es la responsabilidad del estado a través de sus universidades y centros de formación del talento humano de salud, acorde al modelo integral, en cantidad y calidad suficiente para garantizar la preservación del Sistema Público Nacional de Salud. La garantía de éxito a futuro de la misión Barrio Adentro, del Sistema Nacional Público de Salud, está condicionada a la formación de los recursos humanos de nuevo tipo, cuadros sanitarios de la medicina social, capaces no solo de interpretar la realidad del pueblo venezolano, sino principalmente, ser líderes de la transformación socialista de la patria. La despiadada campaña de la Corporación Médica y las autoridades de las universidades llamadas “autónomas” contra los Médicos Integrales Comunitarios y los Médicos Generales Integrales, requiere un fuerte blindaje constitucional y la garantía de su formación continua, de calidad, y su reconocimiento como trabajador de la salud, al igual que el resto de los integrantes del equipo de salud, enfermeras, bioanalistas, odontólogos, técnicos. El sistema único deberá tender a una nómina única centralizada que organice el talento humano en todos los órganos y entes públicos prestadores de servicios de atención médica en el sector público y contrato único para todo los trabajadores y trabajadoras el sector salud, dignificando sus condiciones laborales, ratificando una nueva ética como servidores públicos.

Por último, sin que eso signifique que no haya otras visiones y propuestas, está la necesidad imperiosa de romper con  la dependencia con el “complejo médico industrial” relacionado a insumos médicos, tecnología y los laboratorios de medicamentos. Se debe priorizar la investigación científica nacional de acuerdo a nuestras prioridades, la industria médica autónoma y la formación de talentos en recursos humanos que son la clave para la independencia y soberanía en salud. Priorizar una política nacional de producción y distribución de insumos, en cuanto a material médico-quirúrgico y medicamentos genéricos. El Estado debe promover y consolidar la creación y funcionamiento eficaz y eficiente de empresas de producción social para su elaboración, distribución e intercambio asegurando el protagonismo popular para enfrentar la guerra económica. En palabras del comandante presidente Hugo Chávez “(…) Esto tiene implicaciones internacionales, incluso, intereses transnacionales, la mejor relación costo-beneficio. Ese es uno de los principales problemas: el capitalismo médico, que tiene, repito, implicaciones internacionales, el complejo médico farmacéutico transnacional monopólico, hegemónico, explotador, insensible y capitalista; “segundo: el modelo de gestión del capitalismo médico; tercero: el modelo de desarticulación y fragmentación del neoliberalismo, y cuarto: la tecnología y dotación obsoleta hospitalaria y poco pertinente, consecuencia del modelo neoliberal de privatizaciones”. Presidente Hugo Chávez. Aló Presidente / Nº 232. Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo, Caracas. 28/08/2005.

Quiero aclarar que muchas de estas opiniones han sido tomadas de los documentos del Congreso de la Patria de Salud y del trabajo de investigación presentado por este autor al Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, Misión Barrio Adentro: creación heroica, donde se detallan las referencias bibliográficas.   

* Médico coordinador regional de salud respiratoria. Edo. Sucre.

rodolfocarballo@hotmail.com

 

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